Jimin corría tan rápido como podía, esquivando a las personas y pidiéndole perdón a quienes empujaba para poderte avanzar con mayor rapidez. No volteaba a ver hacia atrás pero lograba escuchar las voces de los sabuesos gritándole que se detuviera o le iría peor, cosa que iba a ignorar totalmente. Tenía claro que si esos sabuesos lo atrapaban le harían cosas poco agradables y luego lo llevarían con su jefe y obviamente no quería eso.

Luego de un rato corriendo sus piernas empezaron a fallarle bajando el paso sin querer hacerlo, si seguía corriendo posiblemente caería. Vio que el hospital universitario se encontraba al cruzar la calle. Optó por dirigirse ahí y decidió entrar, ya adentro caminó con total normalidad mientras recuperaba el aliento pero no pudo hacerlo por mucho tiempo ya que los tipos entraron al hospital siguiéndole el paso.

—¿Dónde se metió ese chico estúpido? —preguntó uno mientras lo buscaban por las habitaciones, habían revisado como diez.

—No lo sé pero debemos encontrarlo —salieron de la habitación y justo en el pasillo se toparon con una enfermera la cual llevaba consigo a varios guardias de seguridad.

—Saquen a estos tipo de aquí —habló la enfermera.

Los guardias se apresuraron a agarrar los sabuesos de cada brazo, aunque ellos eran fuertes lo guardias lo estaban aún más, arrastrándolos afuera del hospital.

—¡Aish! —bufó enojado—. ¡Ese maldito logró escaparse!

—Vamos, lo buscaremos otro día. Total, ya sabemos donde trabaja.

✧✦✧

—Jimin, ¿qué haces aquí? —preguntó.

El ojiazul inmediatamente se alejó de la puerta y volteó a verlo. Se había metido en una habitación al azar.

—¿Usted qué hace aquí? —inquirió igual de sorprendido que Chan.

—Yo trabajo aquí.

Chan era el director general del hospital.

—Cierto, es doctor —«¿por qué justo me vine a meter a su consultorio?»—. ¿Sabe? Fue un gusto verlo pero tengo que irme ya —jaló la puerta varias veces intentando abrirla pero no podía.

—Quita el seguro que pusiste —le indicó.

Jimin volteó a verlo y le sonrió.

—Era justo lo que haría —se apresuró a quitar el seguro, ya no quería seguir ahí y pasar más vergüenza—. Nos vemos.

Salió y como el elevador estaba ocupado se dirigió a las escaleras, empezó a bajarlas y sus piernas flaquearon debido al maratón que hizo hace rato. Por fortuna las escaleras tenían un pequeño pasillo cada cierta cantidad de escalones, así que cayó boca abajo, en posición de ranita, en el pasillo.

—Ah, malditas piernas. Esto me pasa por no hacer ejercicio —se regañó pero pronto empezó a sollozar—. ¿Por qué me pasan cosas tan vergonzosas? —chilló apoyando su frente en su antebrazo.

Alguien venía bajando las escaleras y se detuvo al lado de Jimin. Éste al oír los pasos cerca se asustó y se giró quedando boca arriba, pero su miedo desapareció al ver quien era.

—Jungkook —dijo en voz baja, notando que su respiración estaba agitada y su cabello un poco mojado debido al sudor.

—Vamos, levántate —le dijo con voz suave pero al mismo tiempo cansada mientras le extendía la mano.

Jimin tomó su mano y trató de levantarse pero se quejó al sentir dolor en su pie cuando lo apoyó en el suelo.

✧✦✧

—Afortunadamente no es nada grave —avisó el doctor Chan tras mirar la radiografía—. Sólo trata de no apoyar mucho el pie por hoy y estarás mejor.

—¿De verdad no es nada grave? —inquirió el ojiverde mirando la radiografía.

—Sí...

—¿Entonces sí? —preguntó alarmado mirando al doctor.

—No me dejaste terminar —dijo—. Sí, no es nada grave.

—Que alivio, gracias.

—Yo debo ir a ver a otro paciente —informó—. Esta es tu receta por si sientes dolor —se la extendió a Jimin pero Jungkook la tomó—. Toma una cada seis horas pero solo si el dolor es intenso.

—Lo haré, muchas gracias.

—Los veré después —se alejó y salió de ahí.

Jimin volteó a ver a Jungkook mientras este leía la receta.

—¿Por qué estás aquí?

✧✦✧

Una hora atrás...

Luego de que Hyunah le dijera aquello en la oficina él se quedó intranquilo y bajó para inspeccionar que todo estaba en orden, pero cuando estaba cerca de la recepción logró ver como su asistente corría y atrás de él otros dos hombres. Sus alarmas se activaron de manera instantánea y no pensó dos veces en salir corriendo detrás de Jimin ya que temía que estuviera en peligro.

Ya afuera apenas si podía ver por dónde iban, había perdido de vista a los tipos, quienes anteriormente le gritaban a Jimin que le iba a ir muy mal, que estaba muerto y muchas otras amenazas más. Al darse cuenta de que iba más lento se quitó el saco para darle más movimiento a sus brazos, lo cargó por un momento pero luego lo dejó tirado en la calle ya que éste le estorbaba.

Logró alcanzarlos y dentro del hospital ya no veía al ojiazul por ningún lado, pero era lo único que lo mantenía con algo de calma ya que notó que los sabuesos tampoco sabían donde se había metido Jimin.

—Tengo que encontrarlo primero.

Subió al segundo piso y lo buscó pero minutos después se topó con los hombres, chocando con ellos y se disculpó por eso pero los tipos le hicieron mala cara y siguieron avanzando.

Jungkook bajó hacia la recepción del hospital, la enfermera lo saludó de manera amigable pues ya lo conocía desde hace mucho tiempo porque constantemente llegaba. Él le hizo saber que había un par de hombres allá arriba entrando a las habitaciones y asustando a los familiares al hacer eso. La enfermera llamó a los de seguridad, le agradeció por la información antes de ir junto con los guardias a la planta superior.

Más tarde, cuando los tipos eran sacados del hospital, volvió a subir para buscarlo sólo que no hubo necesidad puesto que lo vio en el pasillo dirigiéndose a las escaleras que estaban al otro extremo.

✧✦✧

—Yo... vine... —se quedó callado un momento—, te seguí porque me preocupé por ti —no tenía caso mentirle.

—¿Te preocupaste por mí?

—Por supuesto.

Una tierna sonrisa apareció en los labios de Jimin mientras bajaba la cabeza para ocultar su pequeña alegría. Jungkook había corrido solo porque estaba preocupado por él.

—Oye.

—¿Sí? —dijo alzando su cabeza nuevamente y Jungkook se sentó a su lado.

—¿Por qué esos hombres te perseguían? —Jimin se le quedó mirando sin decirle nada—. No contestes si no quieres.

El ojiazul negó con la cabeza.

—No es por nada grave, sólo que hace unos años no tuve más opción que pedirle dinero a un prestamista y no he podido cancelar la deuda, eso tiene molesto al hombre y por eso mandó a esos sabuesos a cobrar —explicó.

«Entonces esa es su verdadera deuda» pensó Jungkook y muchas preguntas vinieron a su cabeza: ¿había prestado mucho dinero y por eso no había podido cancelar la deuda?, ¿qué lo llevó a pedírselo a aquel prestamista?, ¿cuál era la cantidad exacta?, ¿qué pasaría si esos sabuesos lo buscaban otra vez?

Tenía tantas preguntas pero no se atrevió a preguntarle más ya que notaba la incomodidad de Jimin al hablar sobre el tema.

✧✦✧

—¡¿Pero qué te pasó?! —dijo Taehyung al ver a Jimin entrar con muletas, se acercó a él rápidamente.

—Sólo me doblé el pie, no pasa nada.

Taehyung desvió su atención un momento a Jungkook, quien estaba cerrando la puerta.

—Buenas noches —saludó con rapidez.

—Hola Taehyung.

—¿Si solo es un doblés, por qué las muletas?

—El doctor dijo que no debía apoyarlo mucho pero alguien se lo tomó más enserio —dijo volteando a ver a Jungkook, indicándole a su amigo que él era ese alguien.

Es que cuando pasaron a la farmacia y Jungkook volvió al auto, ya llevaba consigo un par de muletas y Jimin al decirle que eso era algo exagerado empezó una pelea de baja intensidad entre ellos, donde Jungkook comenzó a decirle todas las cosas que podría ocurrirle sino se cuidaba como era debido, entonces para terminar con eso el ojiazul aceptó usarlas.

—Bueno, yo debo irme —anunció Jungkook.

—Muchas gracias por traerme.

—No hay de qué, nos vemos luego —se despidió de ambos.

Más tarde, Jimin ya le había contado a Taehyung toda la persecución y como es que se había doblado el pie.

—¿Cómo es que esos tipos supieron donde trabajas?

—Encontrar personas es su trabajo, más cuando son deudores de sus jefes.

—Pero creí que ya habías terminado de pagar esa deuda, ya pasaron cuatro años desde que prestaste el dinero.

Ambos estaban en la habitación, sentados en la cama mientras Ayla jugaba con sus muñequitos de peluche.

—Lo sé, pero por más que he pagado mi deuda no se liquida, al parecer lo único que he pagado todo este tiempo son los intereses acumulados.

—¿Y por qué no has pagado estos meses?

—El dinero no me alcanza, sabes todos los gastos que tengo —le recordó—. Apenas si logro sobrevivir con lo que me queda de la quincena.

Taehyung bajó la mirada, él más que nadie sabía todas las penas que Jimin tiene encima.

—Pero si no les pagas a esos sabuesos quién sabe que pueden hacerte, conoces la manera en la que trabajan, no te van a matar pero si pueden hacerte muchas cosas horribles. A ti o incluso a Ayla —dijo con un claro gesto de preocupación.

Eso Jimin lo sabía perfectamente, meterse con ese tipo de personas significaba ponerse en riesgo pero aún más al no pagarles.

—Yo tengo algo de dinero ahorrado, puedo dártelo para que puedas pagar las cuotas atrasadas.

—No, no puedo aceptar algo así, ese dinero es tuyo.

—Eres mi amigo casi mi hermano, no me gustaría que te pase algo.

—No me pasará nada. Lo solucionaré así como siempre —sonrió confiado en lo que dijo para calmar la angustia de su amigo.

Aunque Taehyung no lo supiera esa deuda pronto estaría cancelada, una vez que  se casara con Jungkook y recibiera el dinero, la mitad de sus problemas estarían solucionados.

✧✦✧

Hyunah y Taehyung llegaron al mismo tiempo a la cafetería donde Jimin los había citado. El rubio y la pelinegra ya se habían conocido tiempo atrás, puesto que Hyunah y su mamá llegaban constantemente a la pastelería a comer cupcakes y beber café.

Ambos se sentaron en la mesa que estaba al fondo, donde su amigo en común los estaba esperando y por supuesto que también la bebé. Primero pidieron sus bebidas y tras conversar unos minutos Jimin decidió contarles el motivo del porqué les había pedido que fueran ahí.

—¡¿Qué te vas a casar con quién?! —hablaron ambos al unísono, en un tono alto y con clara sorpresa en sus rostros.

—¿Te casarás con el presidente? —dijo Hyunah.

—Sorpresivo, ¿no? —respondió con una leve sonrisa.

Taehyung ni siquiera lo podía creer, la noticia fue tan inesperada que inclusive se tomó todo su café de un sorbo y al terminar colocó el vaso sobre la mesa con algo de fuerza.

—¿Cuándo comenzaron a salir? —interrogó con seriedad.

Jimin se quedó callado y para lograr tener tiempo en qué pensar se volteó hacia la carriola donde Ayla estaba, haciendo como si se estuviera asegurándose de que todo estuviera bien, pero todo estaba bien ya que la pequeña dormía.

Unos segundos después se puso recto, estando bajo las miradas interrogativas de sus amigos, quienes esperaban la respuesta.

—Sí, bueno, respecto a eso, creo que tiene como tres meses.

—¿Empezaron a salir cuando entraste a trabajar? —inquirió Hyunah.

Jimin asintió con la cabeza un par de veces.

—¿De verdad?

—Sí —contestó a Taehyung.

—¿Y por qué no nos contaste nada? —cuestionó el rubio—. Cuando te pregunté si salían dijiste que no.

—A mi también me dijiste que no estaban saliendo cuando te pregunté —agregó Hyunah.

Jimin no paraba de jugar con sus manos, que permanecían abajo de la mesa, porque se estaba poniendo bastante nervioso.

—Claro, eso fue porque aún no estaba listo para contarlo, me daba un poco de vergüenza.

Esa explicación no los convenció mucho.

—¿Te casarás con él aunque no lleven mucho tiempo? —inquirió el rubio.

—¿Por qué no? Hay muchas personas que se casan a los dos, tres o cuatros meses de estar saliendo.

—Pero esas son las otras personas, no tú —dijo Taehyung.

—¿Yo por qué no? —cuestionó con una risita mientras ellos lo veían fijamente.

—Siempre te tomas el tiempo de conocer a las personas con las que saldrás de manera amorosa, por lo menos unos meses para aceptar ser su pareja. ¿Y ahora en dos meses te saltas todo el proceso de salidas, de enamoramiento, de cortejo y vas directo al matrimonio? Eso es extraño —objetó y miró a Hyunah—. ¿No crees que es extraño?

—Sí es extraño.

Volvieron a ver a Jimin.

—Pero no todas las relaciones se basan en el tiempo que se conocen —bajó su mirada unos segundos—. Sólo digo que si conoces a alguien aunque sea un poco tiempo, es alguien a quien necesitas...

—¿Necesitas? —interrumpió Taehyung.

—No, creo que esa no era la palabra correcta, me refiero a que "necesitar" podría ser como... —no sabía ni qué decir y ante la mirada fija de sus amigos.

Hyunah entrecerró los ojos y unos momentos después golpeó la mesa.

—¡Ya entendí! Ya sé porqué te casarás —dijo seria.

Aquellas palabras asustaron a Jimin.

—Tú... ¿te enamoraste a primera vista, no es así? —dijo Hyunah con emoción—. ¡Sólo lo viste y te enamoraste de él, como en los libros y películas!

Jimin alzó ambas cejas, eso no era lo que esperaba pero que bueno que Hyunah dedujo eso.

—Sí, fue así.

—¿De verdad? —dijo Taehyung—. ¿Y por eso te casarás repentinamente?

Jimin asintió con la cabeza mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.

—Creo que es el destino.

Tras oír eso Taehyung se puso a pensar, claro, hubo muchas señales de su relación como por ejemplo el abrazo del día que fue sacado de la casa, el como se preocupó por Jimin por su torcedura de pie.

—Entonces por eso estás viviendo en su casa —dijo con una sonrisa.

—Sí, él dijo que podía quedarme ahí todo el tiempo que quisiera.

—Se enamoró de ti y quiere casarse contigo a pesar de que tengas una bebé, parece que no le importa el que no sea suya y eso es amor verdadero —dijo Hyunah.

—Sin duda sí lo es —reafirmó Taehyung enternecido y feliz por su amigo.

Jimin se quedó callado ante esas palabras, no lo había pensado hasta ahora pero una parte de eso era verdad. A Jungkook no le importaba que él tuviera una hija, aún sabiendo eso dijo que él era la única persona indicada para casarse. Sus mejillas se ruborizaron y una sonrisa apareció en sus labios mientras volteaba a ver a su bebé.

✧✦✧

Jungkook estaba en una junta con su equipo de trabajo, desde hace rato revisaban algunos diseños y hablaban sobre los comerciales que pronto filmarían, así mismo sobre otros temas más.

«Decirle a tus conocidos que te casarás» leyó en su mente lo que estaba mirando en el esquema, en la pantalla del teléfono.

Quitó su mirada del móvil, todos sus conocidos o amigos, estaban sentados alrededor de la mesa. Era el momento de decirles para así avanzar con el protocolo.

—Bueno, creo que eso es todo por hoy si no hay ningún otro tema —dijo el sub director dejando la tablet sobre la mesa—. ¿Alguien tiene algún tema sobre qué hablar?

Todos negaron con la cabeza, excepto Jungkook, quien alzó la mano.

—¿Sí, presidente? —dijo entonces Seokjin.

—En la última cena que tuvimos como equipo, ya en la salida, ¿quién apostó sobre mi sexualidad? —indagó mientras miraba a uno por uno.

Los que habían apostado rápidamente se asustaron, voltearon a ver hacia otro lado y se tocaron el cuello en señal de nerviosismo, inclusive comenzaron a planear en su mente que decir en su carta de renuncia o qué hacer para que no los corrieran.

—¿De qué hablas? —dijo Seokjin fingiendo confusión, obviamente no le iba a decir a su amigo que había apostado—. ¿Por qué nosotros haríamos algo así? —miró a los demás—. ¿Acaso nosotros le haríamos eso a nuestro presidente?

—Claro que no —respondieron los miembros del equipo.

—Quien fuera que te dijo eso te mintió, quizás fue una broma —dijo Seokjin riéndose y los demás le siguieron aunque sus risas eran nerviosas.

Mientras tanto Jungkook los miraba, sin ninguna expresión, lo cual siempre adornaba su rostro pero esa vez esa expresión asustaba a los del equipo así que bajaron sus cabezas excepto Seokjin quién seguía mirando a su amigo, intentando saber porqué quería saber sobre la apuesta.

—¿Quién apostó a que era heterosexual? —habló en un tono serio.

Kevin levantó la mano sin alzar la cabeza.

—¿Quién dijo que era bisexual?

Cindy volteó a ver a su jefe y alzó su mano con temor.

—¿Quién apostó a que era asexual?

—¡Yo! —dijo Seokjin alzando su mano pero rápidamente la bajó cuando Jungkook lo miró.

—¿Quién a que era homosexual? —preguntó con sus brazos cruzados.

Jade alzó su mano mientras juntaba sus labios y movía su pierna.

Jungkook asintió con la cabeza un par de veces.

—Felicidades, Cindy —dijo haciendo que todos abrieran sus ojos en grande—. Y por cierto, voy a casarme —dijo y se puso de pie mientras levantaba sus cosas.

De no estar sentados todos se hubieran ido para atrás al escuchar tal noticia, Jungkook salió de la sala de reuniones sin dar más explicaciones.

—¿Dijo que se casará? —preguntó Seokjin a los demás, quizás había escuchado mal.

—Eso dijo, que iba a casarse —contestó Jade.

Cindy se puso de pie, aplaudió un par de veces para capturar su atención.

—Bien, como yo gané ahora deben pagarme —extendió su mano para recibir el dinero.

Seokjin se puso de pie y fue detrás de Jungkook.

—Oye, espera. Tenemos que hablar —le dijo desde atrás pero el presidente no se detenía.

Jungkook entró a su oficina, seguido por Seokjin.

—¿Ya pagaste el dinero? —dijo con una sonrisa para luego darle la espalda a Seokjin y dejar sobre el escritorio la tablet y los papeles que llevaba consigo.

—Estás enojado por la apuesta que hicimos y por eso dijiste eso sobre el matrimonio, ¿es para molestarnos?

Lo de la apuesta no enojó a Jungkook, ni siquiera cuando los escuchó haciéndola afuera del restaurante.

—No, lo que dije es verdad —caminó unos pasos para dejar su saco colgado en el perchero y posteriormente sentarse detrás del escritorio.

—Es que eso no puede ser posible, ¿tú casándote cuando has dicho que el matrimonio sólo es una hoja de papel que no demuestra el valor ni el amor verdadero de la relación?

—Bueno, ahora es una hoja con mucho valor.

Seokjin negó con la cabeza intentando comprender.

—¿Te casarás con una mujer?

—No.

—Vamos, deja de jugar... ¿cómo vas a casarte si eres asexual?

Jungkook rió y negó con la cabeza preguntándose de dónde su amigo había sacado la idea de que era asexual, aunque si lo pensaba muchos podrían pensar lo mismo. Durante años se había mantenido soltero y sin decirle a Seokjin que antes había estado en una relación.

—¿Pensaste que de verdad creería eso de que eres bisexual? Esto tiene que ser un matrimonio falso.

La sonrisa de Jungkook se borró de sus labios.

—Podrás engañar al resto pero no a mí.

—Él es el chico más lindo, tanto dentro como por fuera, que he conocido en mi vida. Él es especial.

Las cejas de Seokjin se alzaron y sonrió con la mirada.

—¿Especial?

—Sí, es especial para mí.

—No lo puedo creer, ¿quién es él? —preguntó entusiasmado.

—Es Jimin.

—¡¿Tu asistente?!

Jungkook asintió con la cabeza.

—¡Con razón pasaban tanto tiempo juntos y por eso te preocupas tanto por él! —expresó alegre—. ¡Oh Dios mío, te has enamorado! ¡Y por fin has conocido el verdadero amor!